La literatura en la publicidad es uno
de los recursos más utilizados, unas elecciones son más acertadas
que otras, pero todas tienen un fin común: vendernos un producto.
Dos buenos ejemplos de esto son el
anuncio de Carbonell y el de la última temporada de la popular serie
Perdidos de Cuatro, que toman dos poemas literarios. Sendos poemas
encajan a la perfección con los spots, pero en el caso de
Carbonell, el poema está reproducido literalmente y en el caso de
Perdidos, está ligeramente adaptado.
Éste utiliza unos conocidos versos de
Machado, de un poema titulado Los olivos,
que le viene como anillo al dedo al producto. Este poema es recitado
por personas de diferentes culturas, mostrando así el carácter
expansivo de la marca, líder en aceites.
En
este caso los publicistas adaptan un poema del matemático, astrónomo
y poeta persa Omar Jayyam, cuyo tono dramático encaja perfectamente
con esta extraña serie que reflexiona sobre el destino del hombre
-al igual que el poema- y juega con él.
Por
muchos críticos fue denominada ''la mejor promo de todos los
tiempos'' y es innegable que tuvo mucho que ver la inmejorable
elección del poema.